jueves, 27 de febrero de 2014

RELOJES



En Tortilla Flat no utilizaban los relojes, ni de pared ni de pulsera. A veces algún amigo conseguía un reloj de manera extraordinaria, pero sólo se lo quedaba el tiempo suficiente para cambiarlo por algo que quisiera realmente. En casa de Danny los relojes eran muy apreciados, pero sólo se tenían como moneda de cambio. Para usos prácticos ya disponían del gran reloj de oro del sol: era mucho mejor que cualquier reloj, y más seguro, porque no había manera de empeñarlo en la taberna Torrelli.

En verano, cuando las agujas del reloj marcan las siete es buena hora para levantarse, pero en invierno la misma hora no es buena para nada. ¡Por eso el sol es mucho mejor! Cuando asoma por encima de los pinos y llega hasta el porche de la parte delantera de la casa, tanto si es verano como invierno, es una hora razonable para levantarse. Es una hora en que las manos no tiemblan y el ombligo no se estremece de vacuidad.



JOHN STEINBECK, nació el 27 de febrero de 1902, en California.
 

2 comentarios:

  1. Aún me queda mucho por leer de Steinbeck. Me has hecho ir al wikipedia para ver su obra, y yo que pensaba haber leído mucho de él, pues he releído Al este del edén, la perla y las uvas de la ira. Será uno de mis próximos, pues prefiero ahondar en escritores que me han gustado antes que descubrir nuevos.
    Saludos

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    1. El primer libro que leí, años ha, de este autor fue De ratones y hombres, de una colección de clásicos juveniles que estaba en las estanterías de casa llenos de polvo. Tal vez, quien sabe si por esta cuestión, tengo un grato recuerdo de Steinbeck. Mucho más tarde, volví a reencontrarme con él y ahora soy un incondiconal de toda su obra.
      Este libro en particular, no sabría decirte si lo he leído tres o cuatro veces. ¡Ya ves tú! Con tanto libro y autores por descubrir y uno se empeña en leer lo leído.
      Debilidad humana o insensatez mía.

      Saludos.

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