jueves, 5 de junio de 2014

LOS PILARES



- Tú quieres construir esta catedral, ¿verdad?
Tom vaciló. Más valía que se mostrara franco con Philip; aquel hombre no soportaba las evasivas.
- Sí, padre. Querría que me designarais maestro constructor –repuso con toda la calma que le fue posible.
- ¿Por qué?
Tom no esperaba aquella pregunta. Tenía tantos motivos…Porque he visto que se hacen muy mal y yo puedo hacerla bien, se dijo. Porque no hay nada tan satisfactorio para un maestro artesano como ejercitar su habilidad, salvo tal vez hacer el amor a una mujer hermosa. Porque algo como esto da sentido a la vida de un hombre. ¿Qué respuesta querría Philip? Sin duda al prior le gustaría que diese una respuesta propia de un hombre, pero él decidió, con audacia, decir la verdad.
- Porque será hermosa.
Philip le miró de manera extraña. Tom no podría decir si estaba enfadado o qué.
- Porque será hermosa –repitió el prior. Tom empezó a pensar que aquella era una razón tonta, y resolvió agregar algo más, pero no se le ocurrió nada. Entonces se dio cuenta de que Philip no se mostraba en absoluto escéptico, sino que estaba conmovido. Aquellas palabras le habían llegado al corazón. Finalmente, Philip hizo un gesto de asentimiento, como si lo aceptara después de alguna reflexión-. Sí. ¿Y qué otra cosa puede ser mejor que hacer algo hermoso para Dios? –añadió.
Tom permaneció callado. El prior todavía no había dicho: “Sí, serás maestro constructor.” Tom esperaba.
Philip pareció llegar a una decisión.
- Dentro de tres días voy a ir a Winchester con el obispo Waleran a ver el rey –dijo-. No conozco exactamente los planes del obispo, pero estoy seguro de que pediremos al rey Stephen que nos ayude a pagar una nueva iglesia catedral para Kingsbride.
- Esperemos que os conceda vuestro deseo –dijo Tom.



KEN FOLLETT, nace el 5 de junio de 1949, en Gales




Ken Follett, junto a su estatua en Vitoria-Gasteiz

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