domingo, 14 de diciembre de 2014

EFECTO MARIPOSA



Nacemos, crecemos, alcanzamos el apogeo, decaemos y morimos. ¿Será que la vida sólo se reduce a eso? A veces da por pensar que la vida no tiene valor, es algo insignificante. Un día moriremos y la humanidad no sentirá nuestra falta. La humanidad va a morir y el universo no sentirá su falta. El universo va a morir y la eternidad no sentirá su falta. Somos irrelevantes, mero polvo que se pierde en el tiempo. Pero, otras veces, me da por pensar que al final todos nacemos con una misión, todos representamos un papel, todos formamos parte de un gran plan.

Puede ser un papel minúsculo, puede parecer una misión irrisoria, tal vez hasta la consideremos una vida perdida, pero, en resumidas cuentas, quien sabe si algo tan minúsculo podrá revelarse como una migaja crucial en la concepción del gran pastel cósmico. Somos minúsculas mariposas cuyo frágil batir de alas tiene tal vez el extraño poder de generar lejanas tempestades en el universo.

Puede que jamás lleguemos a desvelar el misterio de la vida, de la existencia, del universo, de Dios. De todo.


JOSE RODRIGUES DOS SANTOS

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