El hombre que se echa a andar protesta, con su andadura, de lo mal que anda
el mundo, aunque él, posiblemente, no ande mucho mejor.
El camino es universidad saludable, pero peligrosa para la sociedad, porque
calma los nervios y aplaca las inclinaciones.
Los vagabundos no peleamos con nadie porque preferimos; con Cicerón, la paz
injusta a la más justa guerra; ignoramos, quizás, el remoto nido de la
justicia, pero conocemos, por el olor a pólvora, la desoladora presencia de la
guerra:
Aquello que nos lleva a amar la paz sobre todas las cosas.
La paz es algo que los clementes dioses regalan a sus elegidos. La paz,
como el vagabundo, tampoco es un oficio sino una bendición.
CAMILO JOSÉ
CELA, nació el 11 de mayo de 1916, en A Coruña
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