domingo, 9 de noviembre de 2014

EMOCIONES



- Digan lo que digan unos y otros, sólo ha habido un gran descubrimiento en los últimos diez años, un descubrimiento que ha empezado a cambiar radicalmente el futuro de la vida de los ciudadanos. Es tan importante que no deberías olvidarlo nunca, a pesar que la mayoría de la gente si niega a asimilarlo. Y es comprensible, porque supone aceptar una visión del  mundo completamente diversa de la que hemos tenido hasta ahora.

- Venga, déjate de preámbulos y dime de que se trata… -apremió Alicia, que lo miraba con una mezcla de admiración y una especie de hastío afectuosos ante aquella tendencia suya de alargar los preludios de sus sinfonías científicas.

- A lo largo de los siglos, no nos hemos dado cuenta que estábamos marginando las emociones; creíamos, y estábamos convencidos, que la existencia era el subproducto de una dualidad permanente entre la mente y el cuerpo. Y ahora resulta que la realidad es bien diferente: descubrimos que existen torrentes de neuronas que resiguen las vías de comunicación entre ciertas áreas de la corteza prefrontal y el órgano por excelencia de las emociones, la amígdala. Que todo está mezclado. La supuesta razón que emana de la corteza prefrontal se funde con la emoción surgida y controlada por la amígdala.

- Me estás sugiriendo, si no voy errada, que es difícil separar o distinguir el cerebro emocional del cerebro pensante y racional; jamás lo habíamos visto de esta manera…

- Ahora nos percatamos que las emociones y los procesos puramente cognitivos son inseparables, hasta el punto que nos permiten navegar por el mundo desconocido de las relaciones sociales, el trabajo y nuestro estado emocional. La realidad es que somos más listos, tenemos más capacidad de concentración, somos capaces de integrar más información cuando nos adentramos en otros universos y los llenamos de energía gracias a una emoción… Te lo repito: e-moción, de movimiento –concluyó Luis.

- Tendríamos que imprimir miles i miles de hojas para anunciar que no hay fronteras entre la emoción y el resto de procesos mentales, e ir corriendo a esparcir estas hojas desde los edificios más altos para que todo el mundo lo supiera.



EDUARD PUNSET, nace el 9 de noviembre de 1936, en Barcelona.





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