Se oía la música de la guitarra de Sanamo, y la lluvia,
acabándose. Todo brillaba muy pálidamente, en temblorosas gotas: los racimos
verdes, azul y oro, las hojas del magnolio, los cerezos, las rosas de octubre.
Entonces, Jorge dijo:
- ¿Sabéis, muchachos? No creáis que al morir recordaréis
hazañas, ni sucesos importantes que os hayan ocurrido. No creáis que
recordaréis grandes aventuras, ni siquiera momentos felices que aún podáis
vivir. Sólo cosas como esta: una tarde así, unas copas de vino, esas rosas
cubiertas de agua.
Hoy 25 de junio de
2014, fallece Ana María Matute
Qué bueno: "una tarde así, unas copas de vino, esas rosas cubiertas de agua." si, si y sí, totalmente!
ResponderEliminarSaludos
Recuerdos impregnados de sencillez y del calor humano.
EliminarEsos recuerdos que describe la escritora, me los imagino llenos de felicidad. Unos amigos reunidos al cobijo de la lluvia, con unas copas de vino y hablando de cosas tan triviales como las flores cubiertas de agua. Disfrutemos del momento, de la tarde, de la compañía...
Un abrazo y gracias por pasarte y comentar.