Siempre decía la mar. Así es como la nombran en
español cuando la quieren. A veces los que la quieren hablan mal de ella, pero
lo hacen siempre como si fuera una mujer. Algunos de los pescadores más
jóvenes, los que usaban boyas y flotadores para sus sedales y tenían botes de
motor comprados cuando los hígados de tiburón se cotizaban alto, empleaban el
artículo masculino, le llamaban el mar. Hablaban del mar como de un
contendiente, o lo nombraban como un simple lugar, o incluso como un enemigo.
Pero el viejo lo concebía siempre como perteneciente al género femenino y como
algo que concedía o negaba grandes favores, y si hacía cosas perversas y
terribles era porque no podía remediarlo, porque este era su sino. La luna,
pensaba, le afectaba lo mismo que a una mujer.
ERNEST HEMINGWAY, nace el 21 de julio de 1899, en
Illinois (EEUU).
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